Si tan solo Aiko Tanaka apareciera un día en el metro, Punpun podría atisbar un poco de la felicidad que siempre se le ha negado. Pero mientras llega, se conforma con desear a su amiga Sachi Nanjo, cuyas lecciones de vida tratan de moverlo para que deje su actitud de muerto en vida. Sin su querido Dios al lado ni amor ni nada que lo motive, ¿qué podrá sacudir a Punpun para que decida despertar a un mundo que lo espera desde hace años?
Llena tus días soleados de pesimismo existencial con las desventuras de Oyasumi, Punpun 8.